1970-1980. Época dorada

 

Al principio de la década, el club seguía sin poder quedarse con un certamen. El Metropolitano de 1970 lo perdió por un gol de diferencia a favor de Independiente y, en el mismo año, asumió la dirección del equipo el brasileño “Didí” quien fue el artífice del “Jogo Bonito”, quien promovió a juveniles que luego se destacarían como Norberto Alonso, Juan José López, Carlos Morette y Vitrola Ghisso.

Habían pasado muchos técnicos y nadie había podido cortar con el maleficio pero con el retorno de Ángel Labruna al banco se abría una nueva esperanza; el equipo de “Angelito” reintegró a Oscar Más (proveniente del Real Madrid), Roberto Perfumo y Pedro González, entre otros. Labruna es sinónimo de River, los hinchas se sienten identificados con su apellido y lo toman como el ídolo más grande que el Club tuvo a lo largo de su historia. Con él en River se produjo una verdadera revolución futbolística.

Pese a su juventud, Norberto Alonso era la figura del equipo de Angelito y, junto a la velocidad de “Pinino” Más, marcaban la diferencia en un conjunto compacto.

Labruna armó un equipo ofensivo que manejaba muy bien la pelota, equilibrado en la mitad de la cancha y muy sólido en defensa que hizo a River protagonista y animador del torneo, no sólo a la hora de jugar, sino también cuando se trataba de llenar estadios entre otras cosas, por su contundencia, que se evidenciaba partido tras partido.

Sobre el final del campeonato, un sorpresivo acontecimiento sorprendió a todos: una huelga de jugadores profesionales de fútbol pese a la cual AFA dispuso que los partidos se disputaran. Así, los conjuntos eran fusiones de las terceras y cuartas divisiones y River Plate terminó ganándole a Argentinos Juniors 1-0 en la cancha de Vélez, rompiendo aquella maldita racha y consagrándose, anecdóticamente, con juveniles en el campo de juego.

Con la huelga ya levantada, tres días más tarde, los Millonarios se enfrentaron a Racing en Avellaneda con todos sus titulares, ganaron 2-0 y la fiesta fue completa.

A partir de este momento, la historia futbolística del Club dio un vuelco importante. En 1975, River daba otra vuelta olímpica, en el Torneo Nacional. Atrás quedaron los 18 años de frustraciones y sinsabores y la figura de Norberto Alonso se erigió como la de uno de los grandes jugadores que el Club tuvo a lo largo de la historia. De a poco, los Millonarios se convirtieron en el equipo más ganador del fútbol argentino y el Club comienza una nueva etapa en la que ganar campeonatos se convertiría en una costumbre.

A mediados del ’76, el Beto fue transferido al Olimpic de Marsella y River disputa nuevamente la final de la Copa Libertadores, esta vez ante el Cruzeiro, contra quien perdió 4 a 1 en Brasil y ganó 2 a 1 en Buenos Aires.

Daniel Passarella se destacaba como un defensor sólido y fuerte en la marca, con notables remates y sobresaliendo por su capacidad para cabecear, tanto en el área propia como en la rival. A lo largo de su carrera fue el defensor que más goles convirtió: 99. Perfumo, por su parte, era el patrón de la defensa y hombre de gran ascendiente dentro y fuera del campo de juego.

En 1977, los dirigidos por Labruna repitieron la gloria en el Metropolitano, jugando de local en la cancha de Huracán debido a que el Monumental estaba siendo reformado para el Mundial del año próximo.

Durante el año 1978 River aportó grandes jugadores al plantel que ganaría la Copa del Mundo disputada en el país: Ubaldo Fillol, Leopoldo Luque, Daniel Passarella, Oscar Ortiz y Norberto Alonso, alcanzaron la gloria máxima con la celeste y blanca.

En 1979, los Millonarios hicieron nuevamente un doblete, consagrándose campeón en los torneos Metropolitano y Nacional.

 

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